En cejas
Hay una serie de puntos clave en el rostro que confieren expresividad y personalidad al individuo. Las cejas constituyen uno de esos elementos, por lo que desde tiempos remotos han sido uno de los protagonistas del visagismo. Las culturas orientales (china, japonesa, etc.) son claros representantes de la importancia que la estética daba a esa parte de la cara.
Actualmente, las tendencias que marca la moda dan lugar a que cíclicamente las cejas adopten distintas formas: cejas finas y arqueadas, cejas gruesas y pobladas, cejas alargadas, cortas, etc. El maquillaje permanente ofrece un amplio abanico de posibilidades en la modificación de su aspecto, aunque se recomienda, en la gran mayoría de los casos, mantener la naturalidad: tonos suaves y coloración armónica con el color del cabello, pestañas, tono de piel, formas no exageradas, densidad adecuada, etc. Las técnicas que se utilizan son dos: el sistema pelo a pelo, sin trazos grandes ni continuos, que evita el efecto de cejas pintadas, y la técnica de sombreado.
Ambas permiten un retoque permanente de la cejas con objeto de dar forma y acentuar su presencia, camuflar cejas poco pobladas o con cicatrices, hacerlas más alargadas o incluso llegan a facilitar el maquillaje diario a las personas, especialmente mujeres maduras con problemas de pulso o vista cansada, que requieren ayuda para ello.